El enoturismo es una modalidad de turismo que cada vez suma más adeptos. Descubrir los vinos de Galicia, las bodegas, los pazos y los increíbles paisajes que conforman nuestras denominaciones de origen, se ha convertido en una opción muy recurrente tanto para visitantes locales como para turistas de otras comunidades y países. Pero, ¿qué tiene el enoturismo que nos gusta tanto?
Una actividad atractiva, fuera de núcleos urbanos y sin aglomeraciones
El turismo basado en la industria vitivinícola se ha convertido, sobre todo tras este año de pandemia, en la alternativa ideal para huir del turismo tradicional y de masas. Las visitas a las bodegas, los viñedos y las catas de vinos gallegos, se llevan a cabo en entornos naturales, alejados de los núcleos urbanos y en espacios amplios y abiertos. La oferta de actividades es infinita y va desde picnics en viñedos, senderismo, conciertos, paseos a caballo, catas más elaboradas, hasta actividades con los más pequeños de la casa.
El enoturismo no solo ha servido para reactivar el trabajo de las empresas vitivinícolas, sino que también ha sido un filón para la economía rural. La hostelería, el sector hotelero, y otros muchos se han visto también beneficiados de esta modalidad de turismo apta para todos los públicos.
En Galicia destacan cinco rutas enoturísticas: La Ruta del vino de la Ribeira Sacra, de Monterrei, de Valdeorras, del Ribeiro y del Rías Baixas. Cada una de ellas comprende una serie de actividades e itinerarios con los que superar las expectativas de sus visitantes y dejar un gran sabor de boca. La naturaleza, la gastronomía, la tradición y lo autóctono juegan un papel fundamental en el gran éxito de este tipo de experiencias.
¿Ya estás haciendo tu maleta para subirte al tren del enoturismo? Pues te sugerimos empezar la D.O Ribeiro y venir a degustar nuestros vinos blancos de Galicia y a conocer nuestro entorno, ¡estamos seguros de que te encantarán!