Bodegas Loeda

bodegas de Galicia, vino blanco de Galicia

Las bodegas de Galicia sabemos la gran importancia de la labor de un sumiller en la industria del vino. Esta figura trabaja mano a mano con la cocina de un restaurante, y conoce las cartas en profundidad para ofrecer el mejor asesoramiento a cada cliente. Pero, ¿qué rasgos debe tener un buen sumiller? Nosotros te lo contamos.

Es curioso

Ya sea vino blanco de Galicia o cualquier otra variedad, un buen sumiller debe estar dispuesto a probar y a descubrir las sensaciones que este transmite. Solo así, conociendo los secretos de cada vino, logrará su objetivo: disfrutar la experiencia al máximo.

Tiene una amplia cultura

Al igual que las bodegas de Galicia, y otras muchas figuras relacionadas con el mundo del vino, un bueno sumiller debe tener una amplia cultura del sector. Desde las variedades de uva, las armonías, las temperaturas adecuadas, hasta los formatos de copa, son conocimientos imprescindibles para ejercer esta actividad. Además, cabe destacar que, al tratarse de una profesión de cara al público, el sumiller también debe estar preparado en otras materias de cultura general como idiomas, geografía o historia, entre otras.

Amable en su justa medida

El sumiller es una persona con trato directo con el público y, por lo tanto, la amabilidad y la simpatía es una cualidad muy valorada en esta figura. No obstante, debe ser cuidadoso para no excederse en sus modales. Se trata de un profesional al servicio de los comensales, por lo que debe evitar interrumpir conversaciones o inmiscuirse en la intimidad que se genere en torno a la mesa.

También ejerce de psicólogo

Las bodegas de Galicia sabemos lo importante que es conocer e interpretar los deseos de nuestros consumidores. De la misma forma, un buen sumiller debe tener el don de descifrar los gustos, intereses e, incluso, el presupuesto de cada comensal. Si el sumiller sabe identificar el perfil de sus clientes, podrá abrirles un amplio abanico de posibilidades y descubrirles otras variedades diferentes a las que pudieran tener en mente.

Resulta evidente que un sumiller debe tener una personalidad muy especial y una gran intuición. Se trata de una figura que es un gran amante del vino y realmente disfruta con su profesión. ¿Encuentras en ti las cualidades de un buen sumiller?

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